Aquiles fue famoso por su débil talón, a pesar de todas sus virtudes. Este blog pretende fortalecer nuestro talón más débil: las lagunas que tenemos en nuestra lengua.
jueves, 31 de marzo de 2011
La Magdalena (bis)
La misa
Era un simple clérigo pobre de clerecía,
decía siempre misa de la Santa María,
no sabe decir otra, la dice cada día,
más la sabía por uso que por sabiduría.
Fue este sacerdote al Obispo acusado
que era idiota, mal clérigo probado;
Salve Sancta Parens sólo tenía usado,
no sabía otra misa el torpe embargado.
- Berceo, Gonzalo de (1255?). Milagros de Nuestra Señora. Alicante: Biblioteca Virtual Cervantes, 2000.
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
lunes, 28 de marzo de 2011
Algunos cambios verbales
domingo, 27 de marzo de 2011
Sobre manzanas famosas
Empero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?". Y la mujer respondió a la serpiente: "Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis". Entonces la serpiente dijo a la mujer: "No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal". Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella (Gén. 3, 1-6).

A todos les placía tal propósito, menos a Hera, a Poseidón y a la virgen de los brillantes ojos (Atenea), que odiaban como antes a la sagrada Ilión (Troya), [al rey] Príamo y a su pueblo por la injuria que Alejandro infiriera a las diosas cuando fueron a su cabaña y declaró vencedora a [Afrodita,] la que le había ofrecido funesta liviandad (el amor de Helena) (Iliada, XXIV).
sábado, 26 de marzo de 2011
Adverbios y posesivos
- Al lado mío = a mi lado, al lado de mí
- De parte tuya = de tu parte, de parte de ti
- A pesar nuestro = a nuestro pesar, a pesar de nosotros
- En contra suya = en su contra, en contra de él/ella/ellos/ellas
domingo, 20 de marzo de 2011
¡Cuántas manos!
"Al ver Pilatos que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos de cara a la gente, diciendo: Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!" (Mt. 27, 24-25).
(Entra Lady Macbeth, sonámbula, y con una luz en la mano)
Aquí está, como suele, y dormida del todo. Acércate y repara.
EL MÉDICO. - ¿Dónde tomó esa luz?
LA DAMA. - La tiene siempre junto a su lecho. Así lo ha mandado.
EL MÉDICO. - Tiene los ojos abiertos.
LA DAMA. - Pero no ve.
EL MÉDICO. - Mira cómo se retuerce las manos.
LA DAMA. - Es su ademán más frecuente. Hace como quien se las lava.
LADY MACBETH. - Todavía están manchadas.
EL MÉDICO. - Oiré cuanto hable, y no lo borraré de la memoria.
LADY MACBETH. - ¡Lejos de mí esta horrible mancha!... Ya es la una... Las dos... Ya es hora... Qué triste está el infierno... ¡Vergüenza para ti, marido mío!... ¡Guerrero y cobarde!... ¿Y qué importa que se sepa, si nadie puede juzgarnos?... ¿Pero cómo tenía aquel viejo tanta sangre?
EL MÉDICO. - ¿Oyes?
LADY MACBETH. - ¿Dónde está la mujer del señor Fife?... ¿Pero por qué no se lavan nunca mis manos?... Calma, señor, calma... ¡Qué dañosos son esos arrebatos! (Escena I, Acto V).
En este sentido de culpabilidad e inocencia, también buscamos una mano inocente cuando tenemos que hacer un sorteo o un escrutinio de votos, pues esa mano simboliza la ecuanimidad e imparcialidad del proceso.
Pero la cosa no acaba ahí: cuando estamos seguros de la integridad de una persona y confiamos en ella plenamente, decimos que estamos dispuestos a poner las manos en el fuego por esa persona. La frase tiene su origen en las pruebas de fuego medievales, que se usaban para, en teoría, establecer la verdad. En estos llamados Juicios de Dios se creía que, si Dios estaba con el acusado y este era inocente, el Señor no dejaría que se quemara. Era la misa idea que había en las quemas de brujas: si la mujer no era bruja, Dios la salvaría. Sobra decir que todos fueron culpables y brujas según estos juicios. Sin embargo, la frase ha quedado como muestra de lealtad a otra persona: de hecho, a veces reforzamos la frase añadiendo y no me quemo.
Cambiando de tema, tenemos también el refrán no muerdas la mano que te da de comer, que se utiliza para indicar que no debemos rebelarnos contra los que nos suministran el sustento: padres, jefes... Es una frase que nos advierte de que es necesaria la prudencia si queremos quejarnos de quien nos mantiene. Otra expresión importante es ser mano de santo, que se dice cuando algo, muchas veces una medicina o solución, arregla de manera fácil y rápida un problema.
Por último, citaré una frase que tiene historia: manos blancas no ofenden. Es el título de una obra de Calderón: Las manos blancas no ofenden (1640), que pudimos ver hace un par de años en Barcelona. La frase proviene del código galante en torno al duelo, que viene a decir que las manos de mujer (blancas) no han de doler, aún si nos dan una bofetada, puesto que pertenecen a una dama. Fue usada en un célebre episodio histórico.
Estando moribundo y acosado por varios poderosos, entre ellos, su ministro, Calomarde, Fernando VII anuló con un documento la Pragmática sanción que las Cortes habían publicado, por la cual se abolía la Ley Sálica que hubiera impedido reinar a su hija Isabel (la futura Isabel II). De esta forma, reinaría el infante Don Carlos. El rey entro en letargo y, al creer que había muerto, se divulgó el documento el día 18 de septiembre; sin embargo, se recuperó, y el día 22 la infanta Luisa Carlota, hermana de la reina, entró en la Granja y, sin miramientos, abofeteó al ministro Calomarde y rompió en pedazos el original del decreto que impedía reinar a su sobrina Isabel. Calomarde respondió entonces: "Señora, manos blancas no ofenden", y puso pies en polvorosa, huyendo a Francia. Nos lo cuenta Benito Pérez Galdós en su novela Los Apostólicos (1879), de los Episodios Nacionales.
Referencias: García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
sábado, 19 de marzo de 2011
Dicen por ahí... (III)

Pronto hará diez años que me dio por reunir aquí mismo un amplio elenco de palabras circulantes entre nosotros que tenían en común su notoria y a menudo artificial largura (La moda del archisílabo, 21 de septiembre de 1995). Ya es que fueran preferidas a otras palabras presentes de igual significado, pero más breves, o creadas ex profeso a fuerza de estirar aquéllas, en todos los casos revelaban un gusto general por el alargamiento silábico. Todo suena como si nos empináramos sobre esos hinchados vocablos para ganar estatura, como si la pobreza de conceptos se compensara mediante la exuberancia en los términos. A fin de probarlo, y como el catálogo de archisílabos sigue abierto y creciendo, aquí va esta nueva remesa por si les aprovecha.
Y puestos a empezar por algún sitio, díganme por qué señalización en lugar de 'señal', y contrastación en vez de 'contraste', y connotación cuando sólo queremos decir 'matiz' o quizá 'sentido'. ¿Será que una vinculación resulta más fuerte que un 'vínculo' y una argumentación más convincente que un 'argumento'? Pregúntense si el horrísono concretización dice algo distinto de 'concreción' o 'plasmación', o la concertación entre las partes vale más que su 'concierto'; si una ejemplificación expresa otra cosa que un 'ejemplo' o si por un casual la apreciación o la valoración que ofrecemos van más allá del 'juicio' normal y corriente. A lo mejor no se han fijado, pero hace algún tiempo que la documentación ha suplantado a los 'documentos', un trueque parecido al que se produce cuando se nos pide la numeración -que no el 'número' o la 'cifra'- de ese mismo documento. Y, a fin de hacernos notar, dejamos la 'condición' a un lado para aludir a los condicionantes y hasta al condicionamiento.
Que alguien nos explique dónde radica la distinción entre deficiencia y 'defecto', continuado y 'continuo', industrializado e 'industrial', equipamiento y 'equipo'..., salvo en que los primeros términos abultan más que los segundos. Otrotanto pasa cuando se recurre al intercambio, y no ya al mero 'cambio' de impresiones, o al estar operativo, que toda la vida de Dios decíamos 'activo'. Sobra añadir que simplezas como 'antes' y 'después' sólo las usan quienes no se han rendido al anteriormente y posteriormente (o al con anterioridad y con posterioridad). Los más finos se lamentan con un desafortunadamente antes que con el más escueto 'desgraciadamente'. Los vehículos parecen 'chocar', cuando en realidad colisionan, lo mismo que ciertos dramas no nos 'conmueven' sino que nos conmocionan. El hombre común, al que su médico ya no le ordena un 'análisis' sino una analítica, se queda más pasmado ante una sintomatología que ante los meros 'síntomas' y se sirve de las nuevas tecnologías, pero nunca de las nuevas 'técnicas'. Es el mismo mecanismo que nos inclina al confusionismo frente a 'confusión', al secretismo por el 'secreto' y que nos pide llamar aislacionismo al 'aislamiento'. ¿Por qué razón? Sencillamente porque, siendo voces más ampulosas, aparecen dotadas de mayor empaque.
Se diría también que algún arrebato teórico nos está empujando al cultivo de la abstracción y a penetrar en las últimas propiedades del mundo y de la vida. Basta que escuchemos cómo la 'confidencia' deja paso a la confidencialidad y el simple 'crimen' a la criminalidad, lo mismo que por lo general ya no hay 'culpa' y sí culpabilidad (y culpabilizar ha desbancado al viejo 'culpar'), ni tampoco 'conflicto' porque al parecer predomina la conflictividad. Y a la hora de ponderar las 'múltiples' ventajas de un acuerdo, ¿acaso no mentamos la multiplicidad de esas ventajas?; y la 'mayoría' ¿no ha venido a ser la generalidad de la gente? Nadie pregunta por nuestra 'disposición' hacia tal o cual empeño, sino por nuestra disponibilidad hacia él. El ciudadano actual no se atiene a la 'ley', sino a la legalidad vigente.
Item más. En la inmobiliaria nos ofrecen su tipología de viviendas, que es cosa más sonora que los 'tipos', de modo semejante a como la modalidad se ha tragado al 'modo', junto con la 'versión' y la 'clase'. No buscamos mejorar el 'acceso' a un lugar, sino su accesibilidad; ni asegurar la 'duración' de un estado de cosas, nada de eso, sino su durabilidad; ni nos importa tanto el 'sostenimiento' de una institución como su sostenibilidad. Todo el mundo sabe que Navarra forma una comunidad política diferenciada, no sólo 'diferente', y que su primer cometido es preservar su especificidad (o sea, su 'carácter') foral. El nacionalista vasco no reivindica un 'territorio', sino una territorialidad, ya ven. Claro que somos 'individuos', pero al formar parte de ciertos grupos nos transformarnos -sin comerlo ni beberlo- en individualidades. ¿Qué es preciso guardar, la mera 'proporción' o la proporcionalidad?; ¿qué tememos perder, el 'honor' o más bien la honorabilidad?
Pongamos el oído a ver si detectamos algunos hallazgos del vocabulario técnico y comercial que todo lo infecta. Ahí tienen esos encantadores optimizar y optimización, que nos hacen prescindir de cualquier 'mejorar' y de toda 'mejora'. Resulta mucho más elegante incentivar que 'apoyar' o 'impulsar' a secas, así como ahora toca visionar lo que antes nos limitábamos a 'ver' o 'mirar' y visualizar lo que entonces íbamos a 'contemplar'. Pero también acudíamos a 'tiendas', a 'puestos' o a 'comercios', mientras que hoy día (perdón: a día de hoy) entramos y salimos de establecimientos de todas clases. Y me admitirán que personas y cosas ya no se 'cuentan', sino que se contabilizan; ni casi nada se 'planea', sino que se planifica; ni nadie resulta 'movido' a hacer algo, sino motivado. Donde esté el incrementar que se quite el 'aumentar' y dígase ralentizar para adorno del 'frenar', que queda más tosco. Una vez asegurada la esponsorización o financiación de un evento cualquiera, a ver qué hacemos con su 'respaldo' o 'patrocinio'. Vamos a fidelizar a la clientela y, desde luego, a implementar cuanto haga falta, aunque no sepamos a ciencia cierta qué decimos con tan novísimo palabro. ¿Que nos sale a cuenta el 'traslado' de nuestra empresa a países más baratos?; pues decidimos su deslocalización, y a otra cosa. Los tiempos no requieren personas 'capaces', sino capacitadas: y es que vivimos en un mundo globalizado, que no 'global' ni mucho menos cohesionado (léase 'unido' o 'concorde').
Pero si su pauta de galanura lingüística la dicta el habla del político, tiene usted donde escoger archisílabos, ya lo creo. No le faltarán ni el portavoz parlamentario notable por sus ocurrencias verbales, ni el periodista obediente que las recoja ni el público dispuesto a apropiárselas como si fueran palabra de Dios. Una por una, comience por mentalizarse para la tarea
que emprenda, no se limite a 'prepararse' o 'disponerse'. Tenga siempre en su boca referentes, nunca 'modelos', déjese del 'contexto' para situarse en un escenario y, en lugar de 'procesos', ponga en marcha alguna dinámica que otra. Pudiendo hacer un llamamiento, no se conforme con una 'llamada'. La vida humana, más que 'combate', es confrontación permanente. De modo que habrá de esmerarse en descalificar al contrario, no en 'despreciar' o 'insultar' a tal sujeto; a desvalorizar al de enfrente, sin llegar al punto de 'devaluarle'. Como se vea obligado a 'anular' o 'suspender' la convocatoria de un acto, debe desconvocarlo. Procure no dejarse marginalizar por sus jefes ni ser objeto de una turbia marginalización, que eso es más grave que su 'marginación'. Y líbrese de instrumentalizar a nadie, no sea que le acusen de 'manejarle' a su antojo.
Es de temer, ay, que la cofradía académica a la que pertenezco no salga mucho mejor parada en este festival de inflaciones verbales. Resulta conocido nuestro afán por revisitar lo que se quiere tan sólo 'revisar', enfatizar lo que bastaría con 'subrayar' y clarificar eso que tratamos de 'aclarar'. En cuanto se alude a alguna forma de 'crear', habrá de pronunciarse el generar, un comodín tan sobado como aquel articular que designa el sinfín de operaciones intelectuales que van desde el 'urdir' al 'ordenar' y 'componer'. Lejos de contentarnos con 'mostrar' o 'revelar', nos complace evidenciar y hasta patentizar. Siempre será más filosófico un imposibilitar que el modesto 'impedir', dónde va a parar, y más moderno la presuposición que el 'presupuesto'. ¿Por qué servirse de un planteamiento 'propio' o 'particular' teniendo a mano el enfoque específico, que para mayor suerte es esdrújulo?
Dejemos a Chesterton interpretar este fenómeno que ya denunció cien años atrás: "Las palabras largas nos pasan zumbando como los trenes largos. Sabemos que llevan cientos de demasiado cansados o demasiado indolentes para caminar y pensar por sí mismos. Las palabras largas no son las palabras difíciles; difíciles son las palabras cortas". Así se explican los archisílabos, "esas cómodas palabras largas que libran a la gente de la fatiga de razonar...".
viernes, 18 de marzo de 2011
Cambios acentuales recientes y otras curiosidades

- vídeo/video
- cóctel/coctel
- chófer/chofer
- fútbol/futbol
- béisbol/beisbol
- bumerán/búmeran
- voleibol/vóleibol
- élite/elite, porque es un galicismo, y etimológicamente es llana;
- rubeola/rubéola, porque en latín era esdrújula;
- cenit/cénit, a pesar de que todo el mundo dice la segunda, la RAE prefiere la versión latina aguda;
- tángana/tangana, que significa 'alboroto, escándalo', y yo que la empleo uso la segunda, pero la RAE prefiere la esdrújula;
- alérgeno/*alergeno; antes se prefería la segunda, pero hoy se considera incorrecta;
- y acné/*acne, que ha sido la preferida, pero ahora es incorrecta.
- amoníaco/amoniaco
- maníaco/maniaco
- tetraplejia/tetraplejía
- hemiplejia/hemiplejía
- aeróbic/aerobic
- alvéolo/alveolo
- áloe/aloe (¿quién dice "áloe"?)
- Amazonia/Amozonía
- areola/aréola
- ayatolá/ayatola
- icono/ícono
- isobara/isóbara
- karate/kárate
- Kosovo/Kósovo
- lítote/litote
- olé/ole
- balaustre/balaústre
- bereber/beréber
- bronquiolo/bronquíolo
- búngalo/bungaló
- cánnabis/cannabis (ya sabéis, los que ven dragones, los ven esdrújulos)
- deixis/deíxis
- dinamo/dínamo
- frijol/fríjol
- gladiolo/gladíolo
- ibero/íbero
- olimpiada/olimpíada
- omóplato/omoplato
- ósmosis/osmosis
- pachulí/pachuli
- píxel/pixel
- pudin/pudín
- Rumanía/Rumania
- Sáhara/Sahara
- termostato/termóstato
- travesti/travestí
miércoles, 16 de marzo de 2011
La Magdalena
Juan 8:3-11 (Reina-Valera 1960)
3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4 le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?" 6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella". 8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?" 11 Ella dijo: "Ninguno, Señor". Entonces Jesús le dijo: "Ni yo te condeno; vete, y no peques más".
Además, se la identificó con una prostituta, por lo que en las pinturas siempre aparece vestida de rojo (el color de la pasión y la pérdida de la virginidad) y con el cabello suelto y rizado (símbolo de la pasión y el sexo desatado). Así, tanto la tradición católica, como la popular y artística derivó que esta María Magdalena era una mujer que sufría y lloraba su pecado. En la imaginación popular el rasgo de llorona y sufridora permanece, de ahí decimos que alguien llora como una Magdalena cuando derrama abundantes lágrimas.
Los tafetanes, por su parte, son telas de seda delgada, que solían usar como adorno las mujeres en las fiestas. De hecho, algunas personas mayores todavía hablan de vestidos de tafetán en lugar de seda. Por ello, si la Magdalena está llora que llora, no debe de tener ganas de vestidos de fiesta, de regalos ni de nada. Así dice el dicho, cuando no estamos para bromas, que no está la Magdalena para tafetanes.
Referencias:
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
- http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Magdalena
martes, 15 de marzo de 2011
De numerales y normas

- Primero/primer (si antecede al sustantivo)
- Segundo
- Tercero/tercer (si antecede al sustantivo)
- Cuarto
- Quinto
- Sexto
- Séptimo/sétimo
- Octavo
- Noveno/nono
- Décimo
- Undécimo/decimoprimero (ha sido aceptado en 2005)
- Duodécimo/decimosegundo (ha sido aceptado en 2005)
- Decimotercero/decimotercer (si antecede al sustantivo)
- Decimocuarto
- Decimoquinto
- Decimosexto
- Decimoséptimo
- Decimoctavo
- Decimonoveno/decimonono
- Vigésimo
- Gómez Torrego, Leonardo (2010). La normativa académica actual: cambios destacados. SM.
- http://www.wikilengua.org/index.php/ordinales
sábado, 12 de marzo de 2011
La parte del león
Nunca es segura la alianza con un poderoso; esta fabulilla confirma mi tesis. Una vaca, una cabrita, y una mansa oveja fueron al bosque como socios de un león. Una vez que hubieron cobrado un ciervo corpulento, hechas las partes, el león habló de la siguiente manera: “Yo tomo la primera parte porque me llamo león; la segunda me la dais por respeto a que soy vuestro socio; en tales circunstancias, puesto que soy más fuerte que vosotros, me corresponde la tercera; mal lo ha de pasar si alguno se atreve a tocar la cuarta”. De ese modo sólo la maldad se llevó la pieza entera (Phédre. Fables. París, 1969, 3ª ed. Text. y trad. por A. Brenot).
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
lunes, 7 de marzo de 2011
El gerundio y sus cosas
- El niño [SUJ.] se marchó llorando [SUJ. 'el niño'] muchísimo - Subordinada Adverbial de Modo.
- Vi a Enrique [CD] comprando [SUJ. 'Enrique'] en el supermercado - Sub. Adv. Modo.
EXPLICACIÓN/DUDA SINTÁCTICA ESPECIALIZADA: En estos casos, según diversas gramáticas, a veces se considera que el gerundio constituye una Subordinada Adjetiva, en cuanto parece clara la relación con el antecedente (en este caso, "Enrique": "Vi a Enrique, el cual compraba en el supermercado"). Sin embargo, en mi modesta opinión, se trata de una oración Subordinada Adverbial de Modo o, en otros casos, de Tiempo, ya que también podría sustituirse como "Vi a Enrique mientras compraba"; y, más importante aún, al pronominalizarla obtenemos "Lo vi comprando en el supermercado", dejando la oración independiente: si fuera adjetiva, se pronominalizaría con su nucleo: "Vi la peli que me dijiste" > "La vi *que me dijiste". Otra cosa es que, al ser su sujeto semántico el CD, sea notable la interrelación entre ambas oraciones: de hecho, en "Lo vi comprando" hay ambigüedad: ¿compro yo o compra Enrique?
- Observaba a los pájaros abriendo las semillas con el pico.
- Pintó a una chica cantando en la ventana.
- He dejado el asado haciéndose en el horno.
- *Abrió la puerta chirriando.
- He visto al niño cogiendo un caramelo del suelo (proceso ocasional y corto)
- He visto al niño *creciendo (proceso muy largo) > He visto al niño crecer/muy crecido/etc.
- Entrando la señora en la sala, los sirvientes corrieron a atenderla.
- Estando todos bien, me doy por satisfecho.
- Recibí una carta *conteniendo un anónimo > Recibí una carta que contenía un anónimo.
- Las palabras *insultando a la profesora fueron retiradas > Las palabras que insultaban a la profesora fueron retiradas.
- Estudié tres años en Málaga, *acabando/y acabé la carrera en Barcelona.
- La policía encontró la bomba, *explotando/que explotó (esta) poco después.
- "Salió de casa dando un portazo" > El portazo tuvo que ser posterior a que saliera, pero se concibe como continuo y como una manera de salir.
- "La bala lo alcanzó matándolo en el acto" > Primero le alcanza la bala y después muere, pero la sucesión es tan directa e inmediata que puede admitirse.
- Antas, Delmiro (2000). El análisis sintáctico. Teoría y práctica del análisis gramatical. Barcelona: PPU.
- Gómez Torrego, Leonardo (2010). La normativa académica actual: cambios destacados. SM.
- http://www.wikilengua.org/index.php/Gerundio#Usos_incorrectos_del_gerundio
sábado, 5 de marzo de 2011
Venderse por un plato de lentejas
La historia no acabó aquí, puesto que luego su madre, Raquel, lo ayudó a engañar a su padre, Isaac, que se había quedado ciego: se hizo pasar por Esaú poniéndose pieles de cabrito en los brazos, para que su padre, al tocarlas, pensara que era el pelo del brazo del hermano mayor, pues Jacob era lampiño. Así Jacob consiguió la bendición de su padre y los derechos de primogénito y se marchó. Cuando Esaú se enteró, a pesar de que se había vendido por un plato de lentejas, juró matar a su hermano, engrosando así la lista de hermanos que se llevan mal, como Caín y Abel, Rómulo y Remo o los hermanos Matamoros."Dame un plato de esa cosa roja, que estoy agotado". [...] Jacob le contestó: "Si me lo pagas hoy con los derechos de primogénito". Esaú dijo: "Estoy que me muero, ¿qué me importan los derechos de primogénito?". Jacob le dijo: "Júramelo primero". Y él se lo juró, y vendió a Jacob los derechos de primogénito. Entonces Jacob dio a Esaú pan y potaje de lentejas; él comió y bebió, y se puso en camino. Así malvendió Esaú sus derechos de primogénito" (Gen. 25, 29-34).
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
- http://es.wikisource.org/wiki/La_Biblia