martes, 26 de abril de 2011

¡Tengo la negra!

¡Bueno, ya estamos de vuelta de las vacaciones! Qué bien se estaba sin hacer nada, ¿eh? En fin, está claro que tenemos una suerte muy negra... Y de eso vamos a comenzar a hablar en esta vuelta de Semana Santa: del color negro en las frases hechas. Comienzo diciendo que no tengo nada en contra de este color, y mucho menos de las personas que lo tienen, pero es evidente que forma parte de la lengua y conviene conocer las expresiones incluso para, en algún caso, no usarlas...

El color negro, en general, se relaciona en nuestra lengua con lo funesto, lo infausto, lo desafortunado... Por eso, si decimos ¡que suerte tan negra la mía! o tengo la negra, queremos decir que nuestra suerte nos ha abandonado, que todo nos sale mal. En cambio, el color blanco es símbolo de buena fortuna. En Grecia y Roma se echaban suertes con habas o piedras blancas y negras, siendo las blancas las venturosas y las negras, las desafortunadas. Los romanos señalaban los días felices con piedrecitas blancas, y los días malos, con negras. Tal vez por eso hay tantos dichos sobre lo aciago del negro: verlo todo negro significa ser muy pesimista ante las cosas, y ser la oveja negra de la familia, o el garbanzo negro de la familia, ser el mal ejemplo familiar.

El negro es también el color de la muerte y del luto en nuestra cultura, mientras que en otras, curiosamente, es el blanco, pues significa la ausencia de color. Este sentido mortuorio acabó relacionándose también con los mismos muertos, el diablo y el mal. Por eso lo satánico es siempre negro. Así, decimos que un país tiene una leyenda negra cuando hablamos de los hechos más oscuros y malvados de su historia. También hablamos de poner a alguien en la lista negra, que es la de los excluidos, los que no pueden pasar, como lo están los pecadores de entrar en el cielo.

Por último, hay una serie de expresiones que se basan en la situación desfavorable que han sufrido las personas de raza negra en la sociedad. De todos es sabido que la raza negra ha sufrido una historia triste, dominada por el esclavitud y los trabajos forzados, ya desde tiempos de los romanos. Así, decimos que alguien trabaja como un negro para decir que trabaja mucho más de lo que debería. Al menos, esta frase tiene el perdón de que es histórica y se documenta en siglos pretéritos, además de que reconoce que trabajaban mucho. Pero hay una frasecita nueva, surgida en los últimos tiempos, que es racista hasta el infinito. Y aquí os dejo el video de Ana Rosa Quintana, gracias a "Sé lo que hicisteis", que demuestra cómo se puede ser de verdad racista en una frase. Espero que nunca la pronunciéis.


Referencias: Gómez Tórrego, Leonardo (2010). La normativa académica actual: cambios destacados. Ediciones SM.

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