En fin, siguiendo nuestro recorrido por las nuevas incorporaciones léxicas a la normativa de nuestro idioma, trataré tres casos más.
En primer lugar, el caso de la palabra problemática, que de ser solo legítima como adjetivo femenino ("una situación problemática, una actitud problemática..."), ya se acepta como sustantivo con el significado de 'conjunto de problemas', por ejemplo: "La problemática de los alumnos de bachillerato está integrada por los exámenes, los ejercicios y la selectividad". Sin embargo, no se acepta que signifique simplemente 'problema', en singular: "La *problemática (por problema) del SIDA no tiene solución".
En segundo lugar, tenemos el caso de honestidad y honesto: la primera significaba 'pudor' y la segunda, 'púdico, pudoroso': "La honestidad de esa mujer fue mancillada". No obstante, no podía usarse como se usa habitualmente, es decir, como sinónimo de honrado. Ahora, sin embargo, es lícito: "Los políticos no son honestos".
Seguidamente, tenemos ignorar, que significaba únicamente 'desconocer'. Ahora puede usarse sin ir en contra de la Academia con el significado de 'no hacer caso', a pesar de que es el que usamos todos desde mucho antes: "¡No me ignores!".
Por últimos, trataremos las palabras eficaz y eficiente, que debían aplicarse a cosas ("un medicamento eficaz") y a personas ("un secretario eficiente") respectivamente. La RAE aconseja mantener estos usos, aunque no considera la confusión incorrecta.
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