Esta apreciación, muy común, significa agotar una fuente de riqueza por obligarla a rendir más de la cuenta, a menudo para conseguir un enriquecimiento rápido. Por ejemplo, en prensa podríamos leer: "Las continuas subidas de precios en el sector turístico puede estar matando la gallina de los huevos de oro". En este caso, subir los precios para ganar más y más rápido producirá el agotamiento la riqueza, porque los turistas marcharán a otra parte.
La expresión parece ser folclórica y muy antigua, pues ya aparece en las fábulas del griego Esopo (circa 600 a. C.), aunque en este caso no era una gallina, sino una oca. Después, muchos fabulistas y cuentistas europeos han recreado este clásico, entre ellos, el español Félix María de Samaniego en sus célebres Fábulas (1781):
Érase una gallina que poníaun huevo de oro al dueño cada día.Aun con tanta ganancia mal contentoquiso el rico avarientodescubrir de una vez la mina de oroy hallar en menos tiempo más tesoro.Matola, abriola el vientre de contado;pero, después de haberla registrado,¿qué sucedió?, que muerta la gallina,perdió su huevo de oro y no halló mina.¡Cuántos hay que teniendo lo bastante,enriquecerse quieren al instante,abrazando proyectosa veces de tan rápidos efectos,que solo en pocos meses,cuando se contemplaban ya marquesescontando sus millones,se vieron en la calle sin calzones!
Referencias:
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
Mas de uno debería recitar todos los días la fabula antes de ir a trabajar y tomarla como dogma.
ResponderEliminarCada día me gustan mas el blog y eso que nunca he sido muy bueno en letras.
¡Gracias por tu comentario! Espero que te siga gustando en el futuro :)
ResponderEliminarme ha encantado la fábula! jajaja
ResponderEliminar