Esta frase hecha, que parece no tener ningún sentido lógico, significa ni más ni menos que repetir lo que otro nos ha sugerido. Se utiliza para criticar a quien hace o dice siempre lo que otro u otros le dictan. Así, es común, por ejemplo, que se critique a los jóvenes que empiezan en política el hablar por boca de ganso, pues repiten sin entender en realidad ideas y frases que han leído u oído en el seno de su partido o de su bando ideológico.
El origen de esta expresión, de nuevo bastante antiguo, se encuentra en la escuela. Ganso se llamaba también al pedagogo o enseñante de los niños, quizá porque los paseaba a todos en fila, delante de él, como hace el ganso con sus polluelos. Y, cuando los niños repetían lo que el ayo les decía o enseñaba, estaban hablando por boca de ganso, como explicaba Covarrubias en su ya célebre para nosotros Tesoro de la lengua castellana (1611).
Referencias:
- García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.
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