miércoles, 26 de enero de 2011

El hábito no hace al monje

Aquí tenemos otra de esas frases que, al utilizarla yo de manera habitual, no sé si se conocen ampliamente. Se trata de El hábito no hace al monje, que viene a decir que las apariencias no siempre se corresponden con lo que las personas son en realidad. Así, ir vestido de monje no quiere decir necesariamente que la persona que hay debajo lo sea.

Hay quien dice que el dicho proviene de la costumbre de amortajar ('vestir a los muertos antes del entierro') a los difuntos con hábitos religiosos para garantizarles un juicio ventajoso en la otra vida o en el Juicio Final. Dichas personas solían hacer generosas donaciones a órdenes religiosas de prestigio, "comprando" así el perdón de Dios tras una vida licencio sa y un entierro vestido de santa manera.

El ilustre Cervantes también se hizo eco de esta frase medieval en La guardia cuidadosa (1661):
"Que el hábito no hace al monje, y tanta honra tiene un soldado roto por causa de la guerra, como la tiene un colegial con el manto hecho añicos porque en él se muestra la antigüedad de sus estudios".
Lo que sí que es claro es que ya se decía en latín medieval: Cucullus non facit monachum ('la cogulla no hace al monje). También se decía Barba non facit philosophum ('la barba no hace al filósofo'). Esta derivación se remonta al romano Aulio Gelio en su obra Noches áticas, del siglo II aC., que decía: "Veo la barba y el manto, pero no veo al filósofo".

  • García Remiro, José Luis (2001). ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Frases y dichos del lenguaje diario. Madrid: Alianza.

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